lunes, 15 de mayo de 2023

Regalos para la miss.

 Es común que en el día del maestro los padres de familia, la escuela o el director de esta obsequien a los maestros frente a grupo con regalos, cartas y felicitaciones, reconociendo así la labor de los docentes dentro de la sociedad.

Y si, es muy bonito recibir detalles y palabras cariñosas de las personas que nos rodean con respecto a nuestra profesión. Por otro lado, la docencia tiene, todos los días, muchos regalos para el maestro y estos regalos, aunque en un principio son difíciles de apreciar, son muy valiosos y se quedarán para siempre en el corazón.

Estos días de mayo he estado pensando mucho en esto, ¿Qué regalos me ha traído el ser docente? Y ahora lo veo con más claridad.

1. Ha despertado mi necesidad de aprender.

Debido a que las generaciones de niños que entran a nuestras aulas va cambiando, los maestros debemos seguir actualizándonos para que podamos comprender las necesidades que tienen nuestros alumnos y aunque muchas veces digo yo, "hasta aquí, ya no estudiaré más", se que si tomaré algunos cursos y diplomados más.

2. Me ha permitido aceptar el cambio.

Derivado del punto anterior, me he dado cuenta que hay que cambiar. Y para mi ha sido difícil y lo es aún, ya que el cambio representa situaciones nuevas que pueden salir del control, aún así, si trabajas con niños reales, quienes van evolucionando y creando nuevas realidad, uno como maestro debe cambiar, con miedo y todo, pero hay que afrontarlo y moverse.

3. Me ha mostrado la verdadera cara del ser humano.

Un día, en el aula, yo estaba muy triste por una situación personal y aunque estaba trabajando normal, me sentía triste. Esto no se lo había comentado a mis compañeras y menos a los niños. En ese momento, se acerca a mi una niña, cuando estaba sentada, y me abraza, apoya su cabecita en mi hombro y siento como si me dijera "I got you". 

¿Cómo una niña tan pequeña podría saber que necesitaba yo ese sostenimiento? Los niños son increíbles personas y son la mejor versión del ser humano que podremos ser, así nacen, es su espíritu. Muchas veces me he sentido sostenida por los niños, me han hecho olvidar todos mis problemas de adulto y me he sentido feliz en el aula aunque tuviera problemas.



4. Me ha permitido ser más humilde.

Cuando pienso en mi como docente veo a la mejor maestra de educación inicial, la gran guía Montessori y la verdad que si, estoy orgullosa de mi carrera. Aún así, los niños y el día a día en la vida docente, me ha mostrado que si, esta bien sentirse capaz pero las grandes estrellas de este equipo siempre serán ellos, los niños y las niñas del grupo. Ellos son los grandes maestros y como dice mi querida Dr. Montessori "Sigue al niño". El centro de todo debe construirse en ellos, no en mi, yo soy una observadora de este milagro.

5. Me ha alentado a ser mejor persona.

Hace tiempo escribí en facebook que una persona podía ser agradable, buen vecino, buen padre de familia y aún así no ser un buen maestro. Y ahora pienso, que un buen maestro si o si, debe ser buen vecino, ciudadano, padre de familia y esto es porque debemos ser personas integras. 

No quiero decir que debemos ser ángeles caídos del cielo o que no nos enojemos, somos humanos y tenemos emociones, es normal que tengamos emociones descontroladas. Aún así, es importante que sobre todo los maestros tengamos una buena inteligencia emocional, que seamos empáticos, tolerantes y que tratemos de construir un mundo mejor para todos.



Estos y muchos más regalos de vida me ha dejado la vida docente siempre de la mano de los grandes maestros, los niños.

Gracias a la vida, a Dios y al universo que me condujeron en este camino y aunque a veces flaqueo, lloró y me estreso, me dan la posibilidad de encontrar estrategias para mejorar.

Sobre todo, gracias a mis niños y niñas, ustedes me han enseñado mucho más de lo que yo podré enseñarles en la vida.

¡Feliz día del maestro!

Miss Dana.


lunes, 30 de enero de 2023

De soltar las expectativas.

Hoy fui un día muy difícil y estresante en un mes que ha sido igual, muy complicado y estresante. Nos vemos rodeadas de materiales en el piso, niños que van en diferentes procesos y que tienen necesidades que deben ser cubiertas ya. 

Realmente cuando pasan, no me frustran los comportamientos desafiantes, los golpes, mordidas o empujones ya que comprendo que son comportamientos normales de la primera infancia. Lo que me frustra demasiado es que no puedo ser la maestra que imagine, que el ambiente, después de varios meses sigue sin verse como en otros colegios que siguen la filosofía Montessori y que hay situaciones que viven los niños que sigo sin comprender.




Algunas personas comentan lo que yo misma también me repito constantemente, "es normal, son etapas del desarrollo", "a todas las escuelas y a todas las maestras les pasa" pero yo, tal vez en mi muy crecido ego, no soy cualquier maestra y eso también me pone triste, enojada, frustrada... yo soy guía Montessori, he estudiado muchos años el desarrollo infantil entre muchas otras herramientas y aun así, seguimos sin tener un ambiente impecable, seguimos sin recoger el material, seguimos teniendo niñitos que no hablan o hablan poquito y sobre todo, tenemos golpes, mordidas, empujones.

¿Tendrán la culpa los niños?, ¿Tendrán la culpa mis compañeras? o ¿será culpa de los papás?, muy probablemente sea mi culpa que hay algo que no hago, hay algo que no veo... son pensamientos que pasan en mi cabeza.

Y al final me doy cuenta que gran parte de mi estrés y la frustración vienen de que... tengo muy altas expectativas. Busco que los niños sean como sale en los libros o en los videos de otras escuelas Montessori, no como ellos necesitan ser. Y si bien, es bueno ver las situaciones en retrospectiva nosotros las docentes, ni los niños tienen alguna culpa de que haya comportamientos que aun no se puedan cambiar. 

Debo seguir observando y dejandome guiar por los niños, por lo las pistas que ellos dan. Debo reinvertarme y crear nuevas situaciones aunque duela un poco cambiar. 

Debo dejar ir mis expectativas y ajustarme a las realidades.
Miss Dana.