Ahora, que mi etapa de estudiante se ha acabado, agosto me sigue sabiendo a pastel, me recuerda que soy un año más madura y que voy a la mitad del camino hacia los 30 (dear God!) me recuerda que no debo perder el tiempo y esforzarme para cumplir mis metas.
Pero ahora agosto ya no solo es mío, ahora lo comparto con un chiquitillo travieso, que eclipsa cualquier festejo, ahora Agosto es tan mío como de el.. bueno más de el.
No hay comentarios:
Publicar un comentario